viernes, 5 de abril de 2013

SUEÑOS ( ZYPHER)



ZYPHER: * Duermo a intervalos regulares, despertándome de vez en cuando,  con nauseas debido al dolor y escalofríos que me recorren entero dejándome mas débil y tembloroso de lo que estoy.

Aferro la fina manta que cubre mi cuerpo y me giro en el camastro, haciendo que los muelles chirríen bajo mi peso y lucho por volver a dormirme, maldiciendo por los ruidos ahogados que me llegan de la habitación de al lado.
Syn y Syphon deben de estar pegándose una buena juerga con Star, y Balthazar ronca a mi lado, como si fuera un gigantesco y grotesco bebe.


Cierro los ojos y en segundos me veo transportado al oscuro callejón de hace varias noches.

Una silueta de pelo negro que se mece con el viento, avanza hacia mí, sin darme opciones, y golpe a golpe, descubro con alegría que es mi "amiga", la elegida guerrera.

Otra vez, finto sus movimientos, devolviendo sus golpes, e iniciando una enloquecida danza de patadas, giros, vueltas y placajes.

Al final , ambos caemos al suelo de nuevo, y vuelvo a inmovilizarla entre mis piernas, sujetando sus manos por encima de su cabeza y ella, una vez más, parece querer concentrar su energía para achicharrarme, como hizo con su padre.

Una vez más, me inclino sobre ella y hago lo único que se me ocurre en ese momento: Besarla.

Mis labios se posan en los suyos tan suavemente, que apenas son un susurro contra esa piel carnosa y suave y cuando tanteo su boca con la punta de mi lengua, y tiro de su labio inferior con mis colmillos, esta vez ella gime, arqueándose hacia arriba y noto como mi erección, que amenaza con saltar los botones de mis pantalones vaqueros, hace presión sobre su estomago, por encima de la tela de nuestras ropas.

Su lengua sale al encuentro de la mía y suelto sus manos para hundir las mías en ese espeso y perfecto pelo negro, que se enreda entre mis manos, cuando la trenza que ella lleva, parece desaparecer como por arte de magia.


Tumbados es en suelo, ella rueda sobre mí y aferro su trasero perfecto con mis manos, mientras ella desliza las manos debajo de mi camiseta y siento como sus uñas se clavan en mi pecho , deslizándose hacia abajo y un jadeo ronco se escapa de mi pecho, cuando sus hábiles manos, luchan por desabrochar mis pantalones.

De repente el dolor estalla de nuevo en mi pierna y miro esos ojos diamantinos sin comprender, hasta que me incorporo en mi cama, cubierto de sudor y con la respiración agitada.

Mierda!!! Todo ha sido un puto sueño y me dejo caer contra las almohadas, muy consciente de que tengo una erección del tamaño del Big Ben, y los gemidos que parecen provenir de todas partes, no hacen más que incrementar mi excitación.

Fantástico...Y yo aquí sin poder moverme....

me tapo la cara con la almohada y sofoco un grito de rabia contenida.

Maldita bruja...No tiene bastante con atormentarme cuando estoy despierto que también lo hace cuando estoy dormido.

Cabreado como yo solo, lanzo la almohada y lo doy a Balth, que gruñe en sueños y sigue durmiendo y con fastidio, me doy cuenta de que ahora, aparte de estar empalmado a mas no poder, he perdido mi almohada.

CONTINUA en " Extraños colegas de Barra"


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