MARISSA: *Después de estar en la cocina con Fritz
intentando “ayudarme” miro mi trabajo y no está nada mal, me paro frente a la
puerta de la habitación y entro en silencio, tras cerciorarme de que Butch no
estaba en ella entro y dejo mis regalos donde el pudiera verlos, estábamos
medio peleados pero eso no significaba que dejara de quererle, con rapidez
escribo una nota dejándola junto a los regalos.
“Feliz san Valentín nallun, sé que no estamos en nuestro mejor momento
pero quería decirte que te quiero ahora y siempre, tuya Marissa”
Sonrío mientras me dirijo a la
puerta para ir a lugar seguro*
BUTCH: *La patrulla de la noche me había defraudado bastante.
Cero acción, una jodida mierda. Así que opto por quitarme la ropa de combate
para cambiarla por ropa de deporte y machacarme en el gimnasio, a ver si así me
quitaba de la cabeza las discusiones con Marissa, a Vishous y su mierda y todo
lo que viene de acompañamiento.
Entrando en la habitación huelo el aroma de Marissa no hace mucho que se
ha ido, chasqueo la lengua en un gesto de incomodidad por la situación.
Me estaba evitando, mejor dicho nos estábamos evitando mutuamente. Abro
el armario y empiezo a quitarme mi ropa cuando reparo que en mi mesilla hay
unos regalos envueltos y una tarjeta.
Cojo la tarjeta y leo esa fina y elegante escritura de Marissa y suelto
un taco, no le había comprado nada a Marissa. ¡Maldita sea! Pensé que se
sentiría molesta si le regalaba algo, qué pensaría que la quería comprar con
regalos y ahora me encuentro con esto….*
-Soy un completo gilipollas.
*Digo en voz alta mientras agarro uno de los regalos y descubro un reloj
otro para mi colección. Me encanta. La otra caja sé lo que es uno de esos
pasteles tan dulces, suaves y tan jugosos de la mejor pastelería de la ciudad.
Pringo un dedo en el pastel y me lo llevo a la boca para chuparlo mientras
pienso en que tengo que solucionar el regalo de Marissa.
Agarro el móvil y marco un
número*
-¿Fritz? Oye necesito un gran favor, quiero llenar mi habitación de
rosas rojas, ¿puedes ayudarme?
*Fritz me da un sí que me suena a gloria y espero impaciente para ver
como nuestra habitación se llena de rosas rojas*
MARISSA: *de vuelta a casa no puedo dejar de pensar en él,
suspiro cuando entro en el pit y noto su olor en el aire*
-pensará que estoy desquiciada.
*estos días parecía tan bipolar que ni yo sabía ya quién era, podía
estar radiante un segundo y al siguiente estar por los suelos, me paro frente a
la puerta tomo aire ~tu puedes Marissa, se fuerte ~ estaba decidida a que el me
viera intacta, entro despacio en la habitación y lo que veo me deja
estupefacta, entro hasta el centro de la habitación y con una sonrisa miro
hacia todos lados dando una vuelta completa para ver todas las rosas que había,
me acerco y tomo una rosa mientras notaba como me emocionaba de felicidad*
BUTCH: *Fritz había logrado su cometido con creces. La
habitación había quedado preciosa y llena de rosas rojas. Sabiendo que Marissa
llegaría tarde, me esperaba una larga sesión en el gimnasio, algo para sacarme
la frustración de encima. Tras tres largas horas de gimnasio, vuelvo al Pit,
avanzo despacio. ¿Habrá llegado ya mi shellan?
¿Qué le habrá parecido la
sorpresa?
¿De qué humor estará hoy?
Demasiadas preguntas y pocas respuestas. Nada más abrir la puerta del
Pit sé que ella está dentro de la habitación. Su olor me invade y calienta mis
venas. Con un pánico que nunca he sentido abro la puerta y veo a Marissa
oliendo una de las rosas. Por Jesucristo, qué hermosa es. Carraspeo para hacerla
saber de mi presencia*
-Hola, nena. ¿Te han gustado las flores?
MARISSA: *estaba tan centrada en las rosas que no me
percaté de que no estaba sola hasta que oigo su voz, sonrío mirándole sin
soltar la rosa que tenía entre las manos*
-hola.
*miro un momento la flor*
- son preciosas, gracias.
*ojeo de nuevo la habitación*
-no sabía si te acordarías*le sonrío*me alegro de haberme equivocado.
*lo recorro con la mirada fijándome en cómo se le ceñía la ropa
deportiva a sus músculos y su olor hace que se me empiecen a extender los
colmillos, me giro un momento para poder controlare y disimulo dejando la rosa
en la cómoda*
-yo… ¿te ha gustado lo que te he dejado?
*de repente me sentía cohibida con mi hellren sin saber que decir o
hacer*
BUTCH: *Me voy a acercar a ella pero siento como si estuviese
en un mundo aparte y yo en otro, me paro a medio camino. Cojo la caja con el
reloj*
-Me fascina el reloj, este no le tenía en mi colección. Sabes
perfectamente lo que me gusta.
*Miro el pastel y mojo un dedo en él y me lo llevo a mis labios haciendo
un gesto claramente de invitación*
-Quiero que pruebes el pastel. Me gustaría darte de comer, nena.
MARISSA: *me giro hacia el sin perder detalle de sus
movimientos*
-yo…*le miro y decido dar un paso a la reconciliación, me encojo de
hombros*- porque no
*sonrío cansada de estar molesta con él y esquivarlo todos los días,
dejo mi bolso y la chaqueta antes de acercarme a él, no puedo apartar la mirada
de él notando el calor que emite y lo extasiada que me siento con estar tan
cerca de él*
-¿hoy tienes que salir?
*pregunto para romper el silencio entre ambos que se estaba formando*
BUTCH: -Se acabó por hoy el patrullar. Ha habido poca acción
y decidimos volver pronto-
*Agarro un trozo del pastel*
-Abre la boca y prueba qué bueno está-
*Le acerco el trozo a sus labios para que lo pruebe*
-Es algo exquisito.
*Me deleito en ver como abre su boca y se relame. Me pone a cien. El
aroma a macho enamorado escapa de mi sin poderlo evitar*
MARISSA: *sin pensarlo me dejo llevar y el segundo
bocado es aún más dulce ya que sin pensarlo rozo sus dedos con mis labios*
-perdona.
*me relamo de nuevo sin apartar la mirada de él, la mezcla de su olor a
macho enamorado junto con el deseo de ambos vuelve a extender mis colmillos*
-Butch…
BUTCH: *Saltan chispas por su roce o al menos yo lo siento así.
Siento su necesidad y su ansia de mi sangre. Giro mi cuello*
-Toma lo que desees. Soy tuyo, Marissa.
*Me acerco más a ella y pongo mis manos en su cintura. No me rechaza*
-Te necesito.
MARISSA: *Sin prisa acaricio su cuello mirándole
directamente a los ojos.*
-Butch…
*Me acerco a su cuello y lo acaricio con la punta de mi nariz*
-Perdóname…yo…también te necesito, pero no solo por tu sangre…te he
extrañado tanto…yo...
*Su sangre me llama y decido dejar la charla para después, sin tardar
más comienzo a alimentarme.*
BUTCH: *Abrazo fuerte contra mi cuerpo a Marissa que clava
sus colmillos en mi cuello. Me pongo a cien no, mejor dicho a mil.
La guio hasta la cama y nos echamos sobre ella los dos pegados uno junto
a otro. Su aroma intenso, su pelo enredado en mi cuerpo, sus pechos pegados al mío
sus caderas….esta hembra me trastorna hasta el punto de no poder pensar*
-Te amo, leelan. No sabes cuánto. Perdóname no quiero que estemos tan
lejanos.
MARISSA: *No podía apartarme de él y para cuando lo
hago nos veo en la cama, lo necesitaba tanto y desde hace tanto. Cierro mis
incisiones y me separo un centímetro para poder verle bien.*
-Yo tampoco nallum, perdóname tú también he sido bastante cabezota.
*Suspiro y le sonrío.*
-Te quiero Butch.
*paso un dedo por sus labios*
-te he extrañado tanto....
*muerdo su mentón*
-¿me has extrañado nallum?
*Paso la lengua por sus labios, simplemente no podía controlar las
ansias que tenia de el.*
BUTCH: *Sonrío contra su boca y dejo apresar mis
labios con los suyos *
-Te he extrañado como un drogadicto a su dosis. Casi me vuelvo loco de
remate.
*Ronroneo de gusto dejándome hacer ante sus caricias*
-¿Y tú? ¿Cómo cuánto me has extrañado? Uh? Estabas tan liada con el
trabajo que pensaba que te habías emparejado con Lugar Seguro en vez de
conmigo. Mi mente formaba imágenes mías montado en un tanque de combate
destruyéndolo-
*Suelto una carcajada*
-¡Jesucristo! ¡Había perdido la cabeza!
MARISSA: *no pudo menos que reír ante sus ocurrencias*
-¿de verdad?
*continuo riendo solo de imaginarlo*
-mi pobre nallum…
*muerdo suavemente sus labios*
-me enfrascaba tanto en lugar seguro para poder mantenerme ocupada pero
no lo conseguía siempre estaba pensando en ti.
BUTCH: *Sonrío contra sus labios*
-Eso de que no pares de pensar en mi me agrada, leelan. Mi ego te lo
agradece.
*Bromeo mientras ella se hace la molesta*
-¿Y quién tiene cosquillas?
*Empiezo a toquetear todo su cuerpo en busca de cosquillas mientras ríe*
-Te amo a ti y a tu risa.
*Empieza a sonar la alarma para la última comida en la mansión*
-¿Nos la saltamos o vamos?
MARISSA: *Río sin poder parar hasta que la alarma
comienza a sonar *
-Y yo te amo enterito nallum.
*Suspiro sin dejar de mirarle*
-La última vez que me salte una comida Fritz no se lo tomo muy bien.
*Lo miro con disculpa hasta que agrego.*
-¿Qué te parece si comeos deprisa y volvemos digamos en unos 15 minutos
y tomamos juntos el postre?
*Sonrío mostrando mis colmillos.*
BUTCH:-Ummm.
*Finjo pensármelo*
-Está bien, pero tendrá que ser un postre muy muy delicioso.
*Atrapo sus labios mientras la alarma vuelve a sonar*
-¿Qué insistencia hoy no?
*Digo molesto. Me levanto de la cama y tiro de la mano de Marissa para
ayudarla a levantarla*
-Me encantan los postres así. Vamos a por esa última comida.
*Salimos de la habitación rumbo a llenar nuestros estómagos ahora que
nuestro corazón está más completo*
CONTINUARÁ.

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