domingo, 30 de diciembre de 2012

QHUINN Y BLAY ESPECIAL NAVIDAD


QHUINN:
*Entro en la mansión cargando con el paquete bien envuelto debajo de mi brazo. Aún no sé cómo se me ocurrió la idea de comprarlo pero al pasar por el escaparate no pude resistirme. Ahora bien, la pregunta es ¿cómo se lo entrego?. 
Subo uno a uno los  peldaños de la escalera pensando en qué decirle, tal vez lo mejor sería dejar el regalo a los pies de la puerta llamar y salir huyendo. Siempre huir. No, esta vez quería ver la cara que ponía, necesitaba ver su reacción. Y viéndole tal vez se llenase más el hueco en mi pecho o por el contrario se abriese mucho más bajo mis pies para tragarme.
Llego a la altura de la habitación de Blay. Me sudan las manos, mierda. Ahora me doy cuenta de la gilipollez de regalarle algo ya que probablemente mi primo Saxton le haya llenado la habitación de regalos. Miro mi regalo bajo el brazo.
Podría devolverlo…. En ese momento se abre la puerta y aparece Blay vestido de punta en blanco con un traje muy caro, fino  y que le sienta como un guante. Me mira con sus preciosos ojos y frunce el ceño. Vaya me ha pillado…Parpadeo un par de veces y suelto el aire para soltar un tímido hola*.
-Hola Blay, ¿sales esta noche?-
*Bien, gilipollas, buena pregunta, ni que fueses un puto detective*

BLAY:
*Miro una última vez mi imagen en el espejo, estoy espectacular, el traje que me ha regalado Saxton se adapta a mi talla perfectamente. Los zapatos caros serían la envidia de Butch. Ajusto la corbata y despeino un poco mi flequillo engominado. Esperaba disfrutar  de esa noche, una buena cena en un restaurante de lujo reservado por Saxton aunque no me quiso decir cuál y luego una sorpresa al final. Sonrío un poco, seguro que esa sorpresa acabaría con él y yo desnudos y sudorosos. Una buena noche de Navidad. Saxton había adivinado sin tener que decírselo que no quería estar en la cena que se celebraría en la mansión, no con  Qhinn y Layla juntos como una familia feliz delante de mis narices. No hubiese podido tragar ni un bocado, así que una vez más la idea de ir a un restaurante de lujo se me presenta como la mejor opción. Cojo mi cartera y abro la puerta. Para mi asombro ahí está Él, el culpable de que sienta un vacío en mi vida. ¿Qué quería? Seguro que no iba a venía a verme a mí. Me cruzo de brazos y le miro serio molesto por su pregunta*.
-Voy a salir con Saxton a un restaurante de lujo y luego por ahí para celebrar la Navidad. ¿Buscabas a Layla? Que yo sepa vuestra habitación está un poco más allá-
*Señalo con la mano, chúpate esa, Qhuinn. Me fijo en el bulto que lleva bajo el brazo, un regalo envuelto delicadamente seguro que para Layla o el bebé. Genial*.

QHUINN:
*Vaya, una vez más se va con Saxton qué suerte*.
-Yo……no eh….no buscaba a Layla y ya sé cuál es la habitación, gracias-
*Mierda, la estaba cagando. Mi tono de voz salía cabreado, muy cabreado. Arréglalo me gritaba el subconsciente*.
-Pensé que vendrías a la cena en la Mansión, pero seguro que con mi primo te lo pasas  muy bien-
*Vale eso sonaba peor aún. Se hace un silencio incómodo hasta que vuelvo a hablar*.
-Por cierto, bonito traje, estás impresionante-
*Te follaría ahora mismo si me dejases, Blay, es lo que realmente quiero decirle y no lo hago*.

BLAY:
*Me arreglo un poco más el traje como si tuviese alguna arruga extra e invisible*.
-Me lo ha regalado Saxton por Navidad, eso y el resto de la noche-
*No como tú, Qhuinn. Que no me diste ni un minuto. Miro mi reloj*.
-Por cierto, voy a llegar tarde. Si me permites….tengo que irme, tenemos reserva-.
*Voy a cerrar la puerta pero él no me lo permite pone su pie para impedirlo y medio cuerpo. Estamos más cerca, tan cerca que me quedo extasiado una vez más en sus ojos de diferente color, en su cara por la que me gustaría deslizar mis dedos y en su boca que me gustaría besar y morder. Muevo mi cabeza intentando quitarme esos sueños de mi mente. Ya es hora de que sea realista, no hay un nosotros y nunca lo habrá. Mi vida está con Saxton. Me recompongo y me aparto furioso*.
-¿¡Qué mierdas quieres, Qhinn!? En serio,¡ déjame en paz, tío¡. Llegaré tarde por tu culpa-.

QHUINN:
*Evito que me cierre la puerta y me cuelo en su habitación. Miro la cama tan ordenada, ¿Cómo quedaría después de una sesión de sexo salvaje con él?. Aspiro el olor de Blay dentro de su habitación, huele al jabón que utiliza para bañarse, a su colonia y luego a su propia esencia. Me excito al momento. Voy a volverme loco. Agarro el regalo y se lo tiendo. *
-Quería darte esto, un regalo nada importante, pero lo he visto y me he acordado de ti-
*Blay agarra el regalo asombrado. Vaya, no se lo imaginaba. Lo mira pero no lo abre. Parecemos dos viajeros que han perdido el tren de vuelta a casa y no saben qué dirección tomar. Bueno yo si lo sé, lejos, bien lejos*.
-Ya lo abrirás. Ahora tienes una cita, no le hagas esperar-
*Me giro y salgo por la puerta. Lanzo una mirada por encima del hombro, Blay sigue en medio de la habitación mirando el regalo entre sus manos*.
-Por cierto, Blay, espero que lo pases bien esta noche. Feliz Navidad-
*Blay murmura un suave Feliz Navidad mientras yo me marcho dirección al mini bar a emborracharme para intentar no pensar en Blay y Saxton follando como locos bajo las luces de la Navidad*.

BLAY:
*No me puedo creer que haya pensado en mí para darme un regalo por Navidad. Me parece increíble. ¿Qué significa esto?. Miro el regalo y a él y no sé si lanzárselo, si abrirlo o si llorar. ¿Por qué lo hace? Juega conmigo no hay más explicación. ¿Le habrá hecho también un regalo a John?.
No me da tiempo a agradecérselo porque hace lo mejor que se le da, huir. Apenas murmuro un Feliz Navidad antes de que desaparezca por la puerta. Voy hacia allí y la cierro de un portazo.
Me siento en la cama cansado ya por la situación y desenvuelvo el regalo. Saxton tendrá que esperarme un poco más. Aparece una caja grande, frunzo el ceño y la abro para descubrir unas botas que me enamoran. Unas Shitkickers negras, con puntera reforzada  y una hebilla lateral. Hermosas. Miro mis zapatos y me descalzo. Da igual que vaya con traje y las botas no peguen, me las voy a poner. Abro la bota para ponérmela y entonces lanzo un jadeo impresionado. Dentro de la bota está mi nombre escrito en letra antigua y en color rojo.   Hijoputa Qhuinn.  Toco con mis dedos las letras que conforman mi nombre perfectamente bordadas, se me empañan los ojos.  Mierda. Así no puedo olvidarme de él. Me pongo las botas y me miro en el espejo, el traje tan fino choca con las botas pero me da igual. Inspiro hondo, me enjuago los ojos e intento recomponerme. No quiero que Saxton  note más de la cuenta, aunque si lo hace probablemente ni pregunte. Agarro mi tabaco  y salgo por la puerta a pasar la noche que como siempre será en brazos de otro mientras mi mente está con Qhuinn. Jodida Feliz Navidad*.






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