jueves, 5 de diciembre de 2013

ESTAS SIEMPRE EN MIS PENSAMIENTOS ( REHVENGE)


REHVENGE: Nací para tomar lo que quería, no me hacía falta elegir, solo señalar. Aun así, y una vez supe la verdad de mi concepción, decidí no ser así. Tampoco me gustaban quienes, por una posición dominante se aprovechaban de los más débiles… Sé que suena raro, si sabes a lo que realmente he dedicado gran parte de mi vida- Dejémoslo en que soy una gran contradicción ¿Pero qué es lo que de verdad deseo? Me gustaría no cargar con tanto peso sobre mis anchos hombros, a veces no temer por mantener ocultos aquello que también soy con respecto al resto de miembros de la Glymera… Hay tantas cosas que me gustarían.
La habitación de mi ático en el Comodore está pulcramente ordenada y aseada, ~ tal y como a Mahmen le gustaba~, pienso con una sonrisa triste en el rostro… Pero, oh dios mío, lo que daría por el olor de una hembra el desorden de una velada de desenfrenado amor- Pero ¿Cuánto no tardaría cualquier hembra honorable en notar mi naturaleza mestiza y rechazarme… o algo peor? No tardaría nada, y es por eso que salvo Marissa, ninguna otra conoce mi morada. Y después de perderla no creo que ninguna otra llegue hasta donde a ella le permití entrar.

¿Cuánto tiempo me queda ya de esta soledad? Debo pagar por mis pecados tanto como por la clase de criatura que soy… El precio está fijado. El “Comepecados” ha aceptado su destino, pese a lo mucho que vaya a pesarme. Pero ya queda poco, pronto seré un anciano y a no más tardar me reuniré con Mahmen en el Ocaso, pobre mujer… Violada por una depravada criatura, llevando el fruto de tal acto en su vientre, y, no siendo suficiente tal castigo, le tocó emparejarse con un bruto de buena cuna que no ocultaba su desprecio por ella y por mí: ese monstruoso fruto de la vergüenza ¿Cómo podría yo cargar a una hembra, tan honorable como lo fuera ella en vida, con tal desdicha? ¿Con una maldición tal, que no solo cargaría ella sino, como en mi caso, también aquello que engendráramos? No, ninguna hembra sufrirá tal destino mientras yo viva, y me cuidaré mucho de que la historia de mi madre, y otras hembras violadas por Sympath, no se repita.



Ven a mí… El Ocaso pronto ha de acogerme en su regazo, aunque me preocupa el que el peso de los pecados que arrastro no me permita alcanzar siquiera la entrada ¿Pero acaso no merezco el perdón de la Virgen Escribana? Bueno, quizá a ella no le vayan los mafiosos que se disfrazan de buenos miembros de la Glymera, y en realidad no son más que engendros mestizos… Sí, comprendería que no me franqueara la entrada. Siento en este momento como los efectos de la última inyección se difuminan, y apoyado en mi bastón camino hacia el botiquín que escondo tras el espejo del cuarto de baño… Si ya sé que es algo común, por eso lo hago. Con la pericia de años, por no decir décadas, preparo la jeringuilla y luego, tras hundirla en mi carne, aprieto el embolo y dejo que lentamente la droga haga su efecto… Adormeciendo a la bestia que en mi interior ruge por emerger. Y si, son momentos como estos los que me reafirman en mi promesa de no mancillar la sangre pura de una hembra ni traer otro monstruo al mundo.


Mientras dejo que la droga abrace fríamente mi cuerpo, enciendo el equipo de música del ático… Sonrío al escuchar lo que escupen los amplificadores… 

http://www.youtube.com/watch?v=1kVIk3WXHJE

CONTINUARÁ.

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