lunes, 7 de enero de 2013

EN LA COLONIA SYMPATH. REHV Y ASSAIL


ADVERTENCIA: ESTE POST CONTINE ESCENAS EXPLICITAS DE VIOLENCIA  Y PUEDE HERIR LA SENSIBILIDAD DE  ALGUNOS LECTORES.
ASSAIL:
*Estaba helado y la tiritera hacía que aún más se clavasen las argollas en mis muñecas, no es que el dolor me afectase era algo que a mi lado sympath le venía de perlas, solo que el frío me helaba hasta el tuétano de los huesos y  la posición con los brazos estirados sobre la cabeza la verdad es que  ya empezaba a cansarme.
Una vez más empieza el ruido infernal seguido  del chillido. Intento evadirme de allí pensar que no es real, no lo es, siento como trepan por mi cuerpo y como sus fríos y apestosos dientes se clavan en todo mi cuerpo arrancando trozos de mi carne para devorarla. Intento chillar y gritar pero tengo una mordaza puesta en mi boca que apenas me deja un resquicio para poder expulsar un poco de aire. Jodido Rehvenge,  cuando dijo que iba a torturarme me reí en su cara, ahora sé que hasta las peores pesadillas puede hacerlas realidad, intenta jugar con mi mente y soy fuerte para resistir pero en esa celda de aislamiento, sangrando, sin comer y bebiendo apenas un par de veces al día, el cabrón encontró una brecha en mi escudo por la que intenta colar ni más ni menos que esas ratas que me muerden o mi mente cree que es así.
Tiro una vez más de las cadenas que a este paso me acabarán por cortar las manos e intento moverme a un lado y a otro. Nada, no hay forma de soltarse.
Caen varias gotas de agua desde el techo de la celda y resbalan por mi rostro mezclándose con mi sudor. 
¿Cuánto tiempo me quedará antes de que acabe conmigo? ¿Lo hará y desafiará al mismísimo Rey Ciego?. Sin duda el encontronazo de Xcor y sus bastardos con Tohrment y sus guerreros en el Baile de mi mansión había sido un tira y afloja con una pobre victoria de los Hermanos. Y yo estaba en una posición muy mala hasta que el Rey Sympath hizo que fuese peor.
¿Cuándo iba a dignar a visitarme su excelencia?*


REHVENGE:
*Tras algunos papeleos, regreso a la habitación de honor de mi "invitado". Espero que no se pueda quejar mucho del trato del servicio, y menos aún de la compañía de alimañas que se están encargando de que su estancia en su suite sea... Reconfortante. Reconfortante para su rey, por supuesto. Cuando llegó a la celda degusto la visión de Assail debatiéndose ante lo que sea que estas alimañas hayan introduciendo en su podrida mente. No les digo que se marchen, aumentare la tortura,  qué pena que con la mordaza no pueda gritar o defenderse... Me encantaría saber si le gusta el servicio y la suite que he reservado especialmente para él, en una verdadera reunión "familiar"*
-Buenos días, Assail... Te veo muy cómodo, y bien adaptado a tu nueva casita-
 *Degusto su confusión y su lecha entre lo real y lo que infecta su mente*
- Deberías estar contento, tu echaste los boletos y te han tocado estas vacaciones... ¿Acaso no te gusta tu premio?
*se retuerce en las cadenas, oigo como crujen sus huesos. Me giro hacia las alimañas*
- Chicos, creo que nuestro amigo además de lo que le estéis haciendo, necesita un poco más de entretenimiento... Quizá algunas cucarachas y escorpiones... Eso de seguro le motiva a ser un mejor invitado –
*Y hundiendo mi bastón en donde está  la herida de bala*
-Y  ha ser más adecuado  y hablador-
*Estiro de la mordaza, para que pueda oír su respuesta*
- ¿O nuestro querido invitado ya está más complaciente?-

ASSAIL:
*Al fin aparece el queridísimo rey Sympath. Le miro con odio y tiro de mis cadenas que resuenan  haciendo eco en la celda. A las ratas se les añade cucarachas y escorpiones trepan por mi cuerpo y me pican y muerden. Intento centrarme en hacerlas desaparecer. Despega la mordaza de mi boca y al hacerlo mis labios agrietados comienzan a sangrar*.

-Estoy muy complacido Rehvenge prodigas a tus invitados unas atenciones y unas estancias dignas de tu reinado, es decir, apestoso-

*Rehvenge aprieta más la punta del bastón sobre mi herida de bala, intenta hacerme gritar pero me niego a darle esa satisfacción así que jadeo por el dolor mientras mi lado sympath baila el hula-hula feliz*.

-Dicen que al final el que ríe el último ríe mejor. Eso haré yo cuando te vea rendir cuentas a Wratth. ¿Ya le has dicho que me tienes de invitado o te ha dado miedo decirle que te has saltado sus instrucciones?-

*Aprieto los dientes aguantando el dolor*

REHVENGE:
*Aprovecho ese último comentario para soltar la mordaza de golpe, la cinta elástica y la pelota de goma restallan en su coca al volver a su lugar. Me giro hacia esas alimañas a las que tengo como súbditos, y haciendo como si me frotara dolido y defraudado el entrecejo, les digo*
- El señor Assail dice que no le tratamos con el suficiente calor y comodidad dignos de nuestro establecimiento ¿Que deberíamos hacer para que nuestro invitado se sintiera más como do en nuestra casa?-
 *Sin que Assail lo espere, describo un arco ascendente con mi bastón, haciendo que la caña se incrusté en su estómago, doblando a ese bastardo por la mitad*
-¿Quizá es que el caballero no conoce nuestro servicio de masajes? –
*Digo rodeándole hasta colocarme a su espalda y alzando el bastón descargar un golpe sobre esta. Suelto dos golpes más en sus costados*
- Nunca se deben olvidar los riñones en un buen masaje-
 *Y ya acercándome a él le susurro al oído*
-Por cierto, Wrratth  sabe como yo que tú eres la alimaña que ayudo a esos bastardos a intentar matarle, no creo que el rey ciego se preocupe por lo que pueda pasarte-
 *Esta vez es mi puño el que se incrusta contra su rostro*
-Así que si no quieres quedarte en este bucólico parador durante el resto de tu vida, que puede ser muy corta según yo decida, será mejor que hables sobre ¿qué tratos tienes con los bastardos y su jefe Xcor? –
*El bastón golpea por sorpresa sus genitales, entre sus piernas entreabiertas*
- Si hablas, prometo plantearme el liberarte –
*De una vida terrenal, claro, Dejar suelto a este tipo sería un suicidio*

ASSAIL:
*Acuso cada golpe como mejor puedo. El sympath sabe cómo golpear. Una vez que acaba mi cabeza cuelga hacia abajo mientras me balanceo de un lado a otro en mis cadenas. Miro al  suelo tan sucio, junto con los charcos llenos de inmundicias cae mi sudor y mi sangre, ahora el suelo tiene un cierto color carmesí. Me quedo absorto mirando  el reguero correr. Rehvenge vuelve a preguntarme sobre Xcor y sus bastardos. Ahora mismo me importan una mierda esos bastardos, me gustaría estar en una de mis  mansiones disfrutando de un cálido baño, de mi ropa cara y de una cama confortable. Miro al sympath  directamente a sus ojos y suelto mi telaraña sympath para acceder a su mente y poder comunicarme ya que la mordaza sigue oprimiendo mi boca.
“Sueltáme y dame alguna comodidad y tal vez tenga algo que contarte. Al fin y al cabo el lado sympath siempre busca la supervivencia”.
Rehvenge se acerca a mí y me quita la mordaza aunque me coloca su bastón en la yugular. Escupo sangre de mi boca*.

-¿Tienes habitaciones más confortables o estoy en la suite presidencial?-

*Rehvenge me golpea con el bastón en el estómago. Me doblo y me falta el aire*.

-Está bien, ¿qué quieres saber? Mis tratos con Xcor creo que desde hoy han finalizado-

*Mi voz sale enronquecida por el dolor*.

REHVENGE:
*Podría estarme toda la noche golpeando a este desgraciado, incluso podría colgarle boca abajo y hundirle en una tina de agua... Sustituir los bichos por pirañas y anguilas. Además sentir el tacto de su mente en la mía me enfurece aún más, es como una caricia pegajosa dentro de tu cráneo... Solo deseas lavarte la cabeza con estropajo y exprimidor, y no exagero*
-¿Así que piensas hablar?-
 *Mi puño se estrella en su plexo solar*
- Me asquean los chivatos y los chaqueteros, pero le debo algunas al rey ciego y a la hermandad... Desembucha y me pensare lo de las comodidades, en los negocios primero se ha de ver la mercancía antes de enseñar el dinero, y solo a los tontos se les pide lo contrario-
 *Atornillo el puño de mi bastan sobre su herida*
 ¿Me ves cara de tonto? Por qué ahora mismo tengo la sartén por el mango y un sympath menos no se va a añorar... Aunque sea uno de tu clase-
 *Suelto el farol y espero que esa alimaña quede convencida*

ASSAIL:
*Aprieto los dientes por el dolor. Ese sympath sabía cómo negociar. Maldito cabrón. Pero yo soy bueno también en esas lides. Tenía que salir de allí como fuese y si podía ser entero mucho mejor. Realmente me gustaba cada trozo de mi cuerpo y no estaba dispuesto a perderlo en esa colonia sympath*.

-Hablaré pero lo que tengo que decirle se lo diré al Rey Ciego. Puedes llevarme ante él-

*Le miro  desafiante*.

-Ahora que te escucho hablar de negocios ¿qué tal los tuyos o hay alguien que te haya desbancado?-

*Empiezo a reírme a carcajadas*

REHVENGE:
*Sonrío*
-¿Desbancarme a mí? ¿Acaso después de todo sigues creyendo que puedes sacar al Reverendo del negocio? Eres aún más despreciable de lo que pensaba, Assail –
*Y con un fuerte golpe de mi bastón lo dejo sin sentido.  Me ha dejado el bastón lleno de sangre. Mientras lo limpio, ordeno a un grupo de esas alimañas a las que tengo que llamar súbditos que lo descuelguen y lo metan en el maletero de mi coche, aún esposado de pies y manos. También le administro una buena cantidad de mi droga para evitar sorpresas desagradables durante el viaje... Con todo me subo al coche y arranco de regreso a la mansión de la Hermandad.*


CONTINUARÁ...




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