martes, 28 de enero de 2014

ZY, LA HISTORIA DEL BASTARDO CAPITULO III



Bien… ¿Dónde nos habíamos quedado?

¡¡¡Ah, sí!!! ..Ya lo recuerdo.

En uno de nuestros viajes a Londres para que Throe se desfogara un poco…. Y es que os voy a contar un secreto… Mi trahyner tiene un TOC, y es perseguir a todos los asesinos de mujeres de los que tiene noticia.

Sep… Unos fuman, otros beben o se chutan, otros son medio sátiros, como yo mismo, y el, persigue asesinos psicópatas como si fuera lo más normal del mundo, y ¡¡¡ eh, Cuidao, que se pone atacado si el sire Xcor le dice que no!!!!


Pues una de las primeras veces que le dio el flush a mi colegui, fue allá por el 1888, cuando se enteró de que un tal Jack, se estaba cargando a las putas de Whitechapel.

Estuvo dando el coñazo con eso un mes entero. Creía que el sire Xcor lo iba a coger y lo iba a escogorciar, porque estaba de un pesado que pa qué. Y al final, se puso tan cansino que a Londres nos fuimos, sip.

Montados en nuestros caballos, desde el sur de Inglaterra hasta la ciudad del Támesis…. Ni que deciros que un poco más y termino con el culo desollado, y si, el tal Jack estaba matando a las putas, y no solo eso.

Las dejaba echas un cristo, llamando la atención de todos. ¡¡¡Mierda, eso era un puto problema con el que teníamos que terminar a la de ya!!!! Una noche, Throe se puso sus mejores galas que guardaba de cuando era pijo glymeroso, Y nos encaminamos hacia el barrio.

Qué asco de sitio: Borrachos, fumaderos de opio, niños mugrosos pidiendo… Lo único bueno que había eran las putas, pero la mitad estaban sifilosas y eran bastante feas, pero pa follar ya nos venían bien… Y buscando, buscando, encontramos al tal Jack.

 (Si, lo sé, parecíamos el anuncio de colonia…. buff)

Era un mierdecilla aristocrático que empezó a chillar como un cantor de Viena en cuanto nos vio y Throe le desgarro la garganta con sus colmillos y luego lo desmembró y lo tiro a cachos al rio. Los peces, muertos de hambre, se lo comieron y así fue como nunca se encontró al famoso asesino en serie y nosotros pudimos seguir beneficiándonos de las mujeres de vida alegre de esa parte industrial del bajo Londres.

Bueno, otro día os cuento más, que voy a hacerme una paja, a ver si descargo, que estoy muy tenso, que mi nalla duerme y no quiero despertarla.


CONTINUARÁ….

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