viernes, 22 de noviembre de 2013

DOLOR Y PLACER ( ZYPHER Y PAYNE)


ADVERTENCIA: ESTE POST CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA GRAFICA Y CARACTER SEXUAL EXCLUSIVAS +18.

VIENE DE: EN ALASKA
  
PAYNE: *Dolor. Solo siento dolor. En mi corazón, en mi alma...dolor que no me deja respirar y que quiere convertir en pulpa cada parte de mi ser. 

Las palabras de Zypher, esas que tendrían que consolarme, me laceran aún más, porque no me las merezco. Soy cruel, soy despiadada, sucia, maldita....cobarde. 
Todo lo que ha dicho Amalya y que se ha marcado a fuego en mi alma. Ni siquiera merezco a Zypher que dio su vida por mí. Porque ahora le odio, le odio tanto por haberme escondido una parte de su muerte... si, definitivamente soy el vampiro más hijo de puta que existe en la tierra por odiar a la persona que tendría que amar con todas sus fuerzas. 
Y le amo, claro que le amo. Pero ahora le detesto. Y me detesto más a mí misma por odiarle cuando no tiene culpa de nada.

Le obligo a separarse de mí poniendo mi mano en su pecho y empujándole con fuerza. Mis sentimientos son los que dictan ahora mis movimientos...y no son buenos.*


– Déjame sola Zypher, ahora no soy buena para nadie. Tampoco para ti, déjame sola...necesito sacar toda esta mierda que hay en mí. Toda. Mientras, solo te haré daño y no te lo mereces.


*Mis ojos vidriosos también brillan de furia. Dios, estoy maldita. Soy defectuosa y una abominación nacida del vientre de una Diosa.*

ZYPHER: *Respiro hondo y aunque ella me empuja con fuerza suficiente para hacerme caer, con rapidez me levanto de nuevo, y la agarro de las manos, esta vez, con un destello de furia en mis ojos que no entiendo.*

-Y una mierda te vas a quedar sola. No me voy.
¿Necesitas sacar la mierda?

Pues muy bien, la sacaremos, pero esta vez a mi manera y a la manera que tu tanto detestas y a la vez piensas que mereces.
Como bien proclamas, dices que eres digna hija de tu padre. Pues ahora mismo vamos a comprobar eso... A su modo.


* Me siento como una mierda, por lo que le voy a hacer, pero ella necesita sacar esas lágrimas. Necesito que se rompa para que vuelva a confiar en mí y la única manera que se de hacerlo es como nos enseñaron en el campamento.
Dolor. *

- Quiero que te quite todo lo que llevas puesto. Todo. Y no voy a aceptar un no.
Si no lo haces por las buenas, lo haremos por las malas, y no te va a gustar.


* Joder...Soy el hellren más rastrero del mundo, y así me siento, pero sigo mirándola con determinacion.*

PAYNE: * Parpadeo un momento, sus palabras han tardado demasiado en atravesar toda esa barrera de autocompasión destructiva que he erigido a mí alrededor.

Pero la atraviesan y le miro confusa, rabiosa...ansiosa. Soy una puta demente.*


- Ahora no quiero sexo Zypher.


*La determinación con que me mira me descoloca. No tiene la lujuria habitual en su mirada, no tiene esa mirada divertida y lasciva...sus ojos ahora me miran con algo que no entiendo pero que provocan que todo mi interior grite... ¿de deseo?*

ZYPHER: - Yo no he dicho nada de sexo. Quítate la ropa, toda y espósate a las barras de la cama.

*Le tiro un par de esposas de acero y muevo la cama, para que quede en el centro de la habitación.

Me muerdo la mejilla por dentro, porque esto me va a doler más a mí que a ella, pero necesita sacar toda esa mierda que lleva dentro y que la está matando poco a poco.

Me mira absorta y clavo mis ojos en ella.*


-Estoy esperando, Payne. Ya te he dicho que si no lo haces tú, lo haré yo.
Quítate la ropa y esposa tus manos a las barras ¡¡¡ AHORA!!!

* Me mantengo firme, a pesar de que por dentro estoy temblando, y ando hacia la cómoda, cogiendo el látigo que ha quedado caído en un rincon.*

-Estoy esperando, nalla. Y no me gusta que me hagan esperar.

* Me desmaterializo detrás de ella y con un movimiento rápido, agarro su trenza, envolviéndola en mi mano y tiro de su cabeza hacia atrás, lo sufriente para que sienta el tirón en el pelo.*


PAYNE: * El tirón envía mi cabeza hacia atrás y siseo de furia. Tendría que zafarme de su agarre y bastaría con un solo movimiento de mi cuerpo. Pero no lo hago. Sorprendentemente no lo hago y me quedo quieta. Me debato interiormente entre seguir su orden o no hacerlo, desafiando su autoridad.

Me sorprendo a mí misma respondiendole.*


- Deja de tirar de mi trenza, así no puedo hacerlo.


*Siento como mi pelo es soltado. Respiro y miro las esposas. Cierro los ojos. ¿Quiero esto? No lo sé, pero termino con mi ropa en el suelo y atada a las barras de la cama con las esposas. Y lo he debido hacer yo misma porque el cuerpo de Zypher a mi espalda no se ha movido. Estoy loca. Ya estoy oficialmente loca y con lagunas de memoria. Su cuerpo se pega al mío y siento cada respiración que eleva su pecho. ¿Porque estoy tan ansiosa, con el vientre contrayéndose ante la expectativa?*


- ¿Qué fue lo que aprendiste en el campamento que quieres enseñarme Zypher?


*Le desafío sin moverme. En el fondo, la Payne que parió mi mahmen siempre está ahi.*

ZYPHER: *Me pego a su espalda, inclinándome lo suficiente para que ella note mi erección entre sus nalgas, pero a pesar de que me quito la camisa, permanezco con los pantalones puestos.

Estirándome me aseguro de que está bien esposada y que no puede desmaterializarse, y me inclino hacia su oido.*

-Aprendí que a veces el dolor te hace libre, nalla...

* Mi mano baja con suavidad por uno de sus costados hasta su nalga y cuando llego a ella, aprieto con tanta fuerza, que mis dedos se quedan marcados en su piel.

La oigo sisear, y todavía inclinado contra su espalda, susurro.*


- ¿Quieres una palabra de seguridad? Cualquier palabra, que si pronuncias, hará que pare.


*Chasqueo la lengua ante el ofrecimiento que ninguno de nosotros tuvimos jamás a manos del Bloodletter y cuando no me contesta, golpeo su nalga con todas mis fuerzas, dejando un verdugón rojo en su piel perfecta.*


- Te he preguntado que si quieres una palabra de seguridad.

* Una vez más, mantengo el control de mi voz, a pesar de que el que se está rompiendo por dentro soy yo y paso mis labios por su hombro, raspándola con mis colmillos a la vez que vuelvo a apretar con mis dedos el sitio donde acabo de golpearla.*


PAYNE: * Abro los ojos como platos y mi cuerpo se tensa ante el golpe de su palma contra mi piel. Maldito hijo de....pero cierro mi boca clavándome los dientes en los labios hasta sangrarlos. Me he quedado petrificada cuando me ha pedido una palabra de seguridad. ¿Eso no me suena a las cosas que practica mi hermano? No, no soy como ni hermano... no, no soy como mi padre....no, no soy ni yo misma ahora. *


- No quiero una maldita palabra. No quiero lastima de nadie, no quiero compasión. ¡No soy débil!


*Grito pero no sé si para convencerle a él o para convencerme a mí. Y dentro de mi empiezo a desear lo que me dice...dolor que me libere.

Dolor, el dolor es vida, el dolor es lo que me hace sentirme yo misma...el dolor soy yo. Respiro profundamente. Los machos pasan por rythes parecidos y nunca se quejan.*


- Zypher, empieza.


ZYPHER:- Muy bien...sin palabra de seguridad entonces.

* Me alejo unos cuantos pasos y agarro el látigo al revés, enrollándome las colas en la mano, y vuelvo a posicionarme pegado a su espalda, y con el mango, hago que levante la barbilla, y la obligo a mirarme.*


- No me odies por esto, princesa... No podría soportarlo.


* Rozo sus labios con los míos y entonces retrocedo medio metro y cojo el látigo en su posición original y con un movimiento rápido, hago que las siete colas golpeen su culo perfecto.


Payne pega un respingo pero no grita, y tampoco llora, y entonces vuelvo a levantar el brazo y dejo caer las finas tiras de cuero sobre la piel de su muslo, dejando marcas visibles.


Por el santo Fade... no creo que pueda seguir por esto, pero no la puedo dejar así y con una determinación que solo me hace sentirme como una mierda, la azoto con el látigo, una y otra vez, hasta que queda cubierta de marcas rojas en su piel, desde la espalda hasta los muslos y que en algunos puntos empiezan a sangrar.


Me pego de nuevo a su espalda, rozando deliberadamente, sus heridas con mi cuerpo y sin soltar el látigo, paso mis manos por sus pechos, y los abarco en mis manos.*


- Dime, nalla, ¿quieres que siga?


* Muerdo su hombro con fuerza, clavando en el mis colmillos a la vez que retuerzo sus pezones con fuerza entre mis dedos y aunque la oigo que empieza a sollozar, no me aparto de ella.*

PAYNE: * Con la mente dándome vueltas, al mismo tiempo que una desconcertante excitación se expande en mi interior, aprieto los dientes. No intento mirarle, no puedo no quiero mirarle. Ahora no es Zypher el que está flagelándome, es cualquier otro menos él. Necesito obligarme a pensar eso para poder seguir. Pero de alguna manera Zypher ha sabido ver justo donde trato de esconderme y sólo con su voz, y la forma en la que me trata, consigue que el suelo se mueva bajo mis pies, como si me hundiera en arenas movedizas que necesito que me traguen.*


- Sigue.


*Jadeo con dificultad cuando respondo, y trago saliva y sangre de mis labios. No he llegado a mi límite y lo sé. Su cuerpo a mi espalda despierta mis terminaciones nerviosas ahora ultrasensibles por el daño, sus manos en mis pezones me recuerdan que soy una mujer que siente. Y eso me hace incomprensiblemente feliz.*

ZYPHER: - Pues sigamos....

* Vuelvo a retroceder, esta vez alejándome un poco más, y aprieto los dientes, cuando alzo el látigo otra vez y lo dejo caer con todas mis fuerzas, sobre las partes ya lastimadas de su cuerpo.

La sangre empieza a manar de las heridas abiertas y sigo golpeando, una y otra vez, sin parar.

Los recuerdos de mi mismo en el campamento, tirado en el foso, y con el Bloodletter haciendo papilla mi piel, vuelven a mí, y trago saliva, ante el nudo que se me instala en mi garganta.

Dejo de golpear y me pego de nuevo a su espalda, dejando caer el látigo en el suelo.

Me echo hacia atrás un poco  y paso mi palma abierta por todas sus heridas, llenándome las manos de sangre.*

-¿Sabes lo que nos hacía cuando ya estábamos así de magullados?

*Susurro inclinándome sobre ella y presionando su espalda sobre mi pecho y mi mano contra su estomago.*

-Nos follaba. Nos follaba de tal manera que san gramamos durante días, y eso si teníamos la suerte de que alguna hembra se compadeciera de nosotros y nos alimentara.
Alguno a veces morían.... Yo desee morir mil veces.

*Con firmeza, agarro su barbilla y la giro bruscamente para besarla, mordiendo sus labios, hachados y me froto contra su piel, a la vez que la sigo manteniendo inmovilizada.

La piel le tiene que estar ardiendo como el mismísimo Dhundh, pero no dejo de besarla.

Suelto su barbilla y paso mis manos por sus costados, ya heridos, y clavo mis uñas en su piel, ascendiendo hacia arriba.*

- ¿Mas?

PAYNE: * Gimo perdiéndome en mí misma a medida que el ardor quema mi piel, y se envuelve alrededor de cada terminación nerviosa que ha tocado ese látigo. El dolor empieza a ceder, pero aun lo siento. También siento como la sangre se desliza y mi cerebro, que se ha quedado en blanco hace ya rato vuelve a la vida lentamente. Lo necesitaba, necesitaba ese vacío en el que perderme y en el poder dejar de pensar.


Los labios de Zypher y su voz ronca me devuelven a la realidad. Una realidad que ahora ya no me parece tan sofocante. Las lágrimas han quemado mis ojos ya al final, a medida que el mordaz escozor de las heridas ha ido creciendo, pero la sensación que ha barrido mi cuerpo ha sido gloriosa.

Pero necesito más, necesito romperme. *


- Mas. Como en el campamento.

ZYPHER: - Como en el campamento...

* Repito sus palabras apretando los dientes y rujo, agarrándola de los hombros, y con furia la inclino hacia adelante dejado su culo expuesto.*

-¿Eso es lo que quieres? ¿Quieres que te folle hasta que la sangre se escurra entre tus piernas? ¿Hasta que no puedas mantenerte en pie y sientas como me clavo cada vez más adentro? Por qué en eso no hay nada de dulzura, amor...Solo dolor...Un dolor infernal y lacerante... Del que te rompe hasta la última molécula.

* Separo sus piernas con mis rodillas de forma brusca, y me desabrocho la cremallera, haciendo que mi polla salte contenta de ser liberada y me froto entre sus nalgas, y noto como el terror se apodera de mí y justo cuando tengo mi glande posicionado en su entrada trasera, listo para empujar, me lo pienso mejor.

No puedo hacerle esto a la hembra que amo. A ella no y moviéndome unos centímetros la penetro de un solo golpe en su sexo,  la vez que muerdo su hombro, y clavos mis uñas en sus caderas, empezando a embestir con fuerza.*

-¿Esto es lo que quieres, Payne?

* Mi mano se desliza hacia adelante y pellizco con fuerza su clítoris, haciéndola jadear.*


PAYNE: * Muerdo mis labios sintiendo como entra y sale de mi cuerpo y me vuelve loca de placer. No solo por tomarme de forma tan salvaje, sino por la forma en que me conduce, me guía a través de todo esto... cómo necesito que sea.

Me excita el dolor que está infringiendo a mi botón de nervios con su pellizco. Mi excitación crece y mi humedad también, lo noto con la facilidad con la que está entrando y saliendo de mí, y por lo que se desliza por mis muslos. Mis pechos se endurecen, se engrosan incluso sensibles después de los latigazos.*


- Si, sí. ¡Sigue así...! 


* Estoy enferma por sentir algo así mientras el dolor me recorre cuando golpea la carne abierta y sangrante, pero a estas alturas ya no me extraño de nada.

Nací así y así moriré.


Placer y dolor en uno. Su miembro en mi cuerpo golpeándome, embistiéndome como un animal, sus dedos pellizcando mi clítoris hasta el punto del dolor, sus dientes marcándome y penetrando hasta el musculo, desgarrando tejido y haciendo que grite por fin. Por fin grito y dejo que todo fluya.

Soy extraña, espeluznante, distorsionada. Pero ahora amada por alguien que es capaz de hacer todo esto por mí.


Dejo escapar un gemido y me siento entrar en un lugar donde jamás ha estado mi mente. Noto como tira de mi pelo y mi interior se contrae con fuerza con sus acometidas y mi respiración se agita. Siento la ola crecer dentro de mí, la liberación llegar...Cuando por fin todo estalla en mi interior, un gemido estridente llena el cuarto. El orgasmo me golpea como un ariete, la liberación de mi mente en una cegadora luz que me deja sin respiración ni cordura.

Algo que no puedo parar recorre todo mi cuerpo y colapsa en mi cerebro, dejándome laxa, exhausta...viva y por fin...tranquila.*


ZYPHER: * La penetro sin piedad, no haciéndole el amor, si no follandola con embistes bruscos, y golpeando mi pelvis contra sus nalgas sin ningún atisbo de delicadeza.

Muerdo, y araño como el puto animal que siento que soy en esos momentos y cuando noto como empieza a estremecerse, apretando mi polla con su sexo, la agarro del pelo y tiro de su cabeza, que en esos momentos  cae laxa, bamboleándose y hundo mis colmillos en su garganta, desgarrando su carne,  haciéndola gritar, y cuando por fin estalla, me dejo ir con ella, corriéndome como nunca.

Un rugido nace de mi pecho cuando empujo tan adentro que puedo sentir los dientes de su útero mordiendo mi glande y  no me doy cuenta de que ella tiembla bajo mi cuerpo.

Cuando al fin recupero un poco de sentido común, suelto su pelo y cojo su barbilla, girando su cara para que me mire, y se me rompe el alma en mil pedazos al verla llorar.*

-Shhhhhhhhhh...ya mi vida...Ya....

*Saco la llave de las esposas del bolsillo de los pantalones que aun llevo puestos y libero sus manos de las esposas que la mantienen amarrada a la cama, agarrándola por la cintura antes de que caiga al suelo, y salgo de ella despacio.

Me horrorizo de mí mismo cuando veo que por sus muslos resbala una mezcla rosada, fruto de nuestros fluidos y su sangre y aprieto los dientes.

Ella me mira con los ojos llenos de lágrimas y la beso, acariciando su rostro.*

-Joder, nalla... Te he dejado hecha una puta mierda...

* Gimo frunciendo el ceño al ver el estado de su cuerpo.*

PAYNE: * Mi cerebro vuelve, mi consciencia de nuevo regresa a mi cuerpo, despacio, muy despacio. Respiro y lloro, lloro desconsolada porque ahora mi alma necesita llorar... pero por fin sin sentir esa pena y ese vacío dentro. No hay culpa, no hay dolor...solo un remanso de algo que ya no me molesta. No protesto, no lucho, solo me dejo arropar por Zypher que ahora está más afectado que yo. Me lleva consigo y se sienta en la cama colocándome en su regazo.


Aire, mas aire obligo a mis pulmones a trabajar y por fin los lloros se detienen, y los brazos de Zypher consiguen reconfortarme, y dejo que mi cara se hunda en su pecho y bebo de su aroma, de su esencia. Su fuerza me ancla a este lado, su sacrificio me ha devuelto a mí misma, su abrazo me da la protección que necesito, su amor me mantiene viva.


Sin levantar aun mi rostro hacia él porque aún estoy avergonzada por todo y por lo que se ha visto obligado a hacer, beso su pecho*


- No importa como hayas dejado mi cuerpo...me has sanado por dentro Nallum. Las heridas físicas cicatrizan, las del alma...a veces no. 


* Me siento como una niña en sus brazos pero así quiero sentirme, como su niña y él como mi caballero de brillante armadura. De esos que las humanas sueñan en tener como amantes. Por fin levanto mi rostro y acuno su mejilla mirándole a los ojos. Sorbo por la nariz por los lloros, pero ya no hay lágrimas. Él ha conseguido que las sacara todas*


- Te amo Zypher. Te amo tanto que duele...pero el dolor ya no es malo. Y te agradezco tanto que hayas hecho esto por mí...ni siquiera mi gemelo podría haberlo hecho. ¿Aun me amas Zypher, a pesar de...esto? 


* Vuelvo a recostarme contra su pecho y suspiro. Dios, como le quiero. Quiero al menos disfrutar de estos maravillosos segundos antes de oír su respuesta*

ZYPHER: *Suspiro y bajo mis labios hacia los suyos, aspirando su aliento y sonrio.*

- ¿Que si aún te amo? Joder, nalla, te amo más que antes...

Eres mi princesa... ¿cómo no voy a amarte si tú has sido quien me ha salvado a mí?
Eres mi corazón y no podía soportar verlo roto, y lo he arreglado de la única manera que he sabido hacerlo.

*La beso y la acuno contra mis brazos, y llevo mi garganta hasta sus labios.*

-Bebe, lewlhen. Al menos deja que esas heridas se cierren. No he sido suave y estas destrozada.

Puede que por dentro estés curada, pero no puedo soportar ver tu cuerpo así y menos saber que he sido yo el que lo ha provocado, pero ¿sabes un secreto?

* La acuno más contra mi cuerpo y a patadas me quito las botas, sin querer soltarla.*

- Yo te he curado a ti, pero tú has logrado sacar mi propia mierda... Esa que llevaba 300 años guardándome. Y ahora, hazme el favor y bebe.
Sanate, porque cuando despertemos, pienso hacerte el amor como jamás te lo he hecho... Y vas a volver a llorar, pero esta vez de placer.

* La arropo más contra mi cuerpo, mientras con la otra mano me quito los pantalones del todo, ayudándome con mis pies y negándome a soltarla, aunque sean cinco segundos y cuando al fin lo logro, nos tapo a ambos con el edredon.*

- ¿ Y bien? ¿A qué esperas a clavarme esos colmillos y a drenarme hasta dejarme seco? Por qué del otro lado, ya me has drenado del todo, nalla... No creo que pueda correrme otra vez al menos en unas horas.

* Bromeo acercando de nuevo mi vena a su boca y cuando siento sus colmillos atravesar mi piel, y el roce de mi polla contra su muslo, vuelvo a estallar con fuerza, con un gruñido y manchando su muslo y mi estómago.
Tras unos instantes en los que ella sigue bebiendo, y yo jadeo suelto una sonora carcajada.*

-Bueno... tal vez no me has dejado del todo seco.

ZYPHER CONTINUA EN :TRAYNERS CON CONDICIONES

PAYNE CONTINUA EN: BAJO LA AURORA BOREAL

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