viernes, 26 de octubre de 2012

Rehv y Layla: Cambio de domicilio.


~~ Cambio de domicilio ~~


Layla: ‎* Con gran pesar, me desmaterializo del prado y me dirijo al Rancho. Debo comunicarle al sire Phury que necesito un descanso y tras hablar con el, recojo mis cosas y llamo al sire Rehvenge.
Tras varios tonos de llamada, el me responde y le pregunto por los apartamentos que tiene disponibles en el comodore.*
-Buenas noches, sire Rehv, Soy Layla. Me preguntaba si seria tan amable de cederme uno de sus apartamentos por un tiempo.
*Digo intentando contener el nerviosismo en mi voz.*

Rehv: *Tras saber de quien se trata, y lo que me solicita me quedo unos segundos pensando si esto no podría provocar algún problema diplomático o, aún peor, religioso, como si ser rey de una raza perseguida por la gente de esta elegida ~Bueno, también es tu gente... Aún más que esas alimañas asexuadas~... Si yo diera alojo a una elegida, Wrath podría cabrearse, solo tiene permiso a estar en este lado si permanecen en el rancho... Oigo su respiración nerviosa, inquieta, y reconozco a una hembra que necesita alejarse de algo... un animalillo herido, y a esa clase de hembra no puedo darle la espalda. Escuchar su respiración me trae a la mente a mi madre y a muchas de las chicas que han acudido a mí huyendo de novios o machos violentos o manipuladores... Fuera o no este el caso, lo cierto es que no me perdonaría a mi mismo si me negara a darla alojo y algo la pasara* Claro, no hay problema... Creo que tengo un apartamento libre ¿Tienes equipaje? ¿Necesitas que te recojan? *En su estado no creo que pueda desmaterializarse* Puedo mandarte un coche si me dices donde estas.


Layla: * Suspiro de alivio y mirando hacia los lados repondo.*
- Llevo solo una maleta y estoy muy cerca de los apartamentos... Tan solo a una manzana o dos. Puedo ir caminando tranquilamente, sire Rehv.
* Miro mis ropas para asegurarme de que esta todo bien y en su sitio.*
- Además, voy vestida como una humana. No quise llevar la túnica para no llamar la atención entre los humanos.

Rehv: *Sin gustarme la idea de que una hembra nerviosa camine sola, aunque solo sea unas manzanas, de noche, decido aceptar sus palabras para no ofenderla* Esta bien, te esperare en la entrada del complejo y te llevare a tu apartamento... *aún así, me siento en la obligación de añadir* Pero si sucede algún imprevisto, no dudes en ponerte en contacto conmigo, de nuevo.

Layla: * Asiento con la cabeza, aunque no me ve y sujeto mi bolsa contra mi cuerpo.* 
-No se preocupe, sire Rehvenge. No creo que tarde más de diez minutos. Además caminar me vendrá bien. 
* digo echando a andar hacia los apartamentos. Luego y después de un cuarto de hora caminando llego a la puerta del Comodore y veo que el sire Rehv me esta esperando ya allí.
Me inclino con una reverencia*
-Buenas noches, sire... Yo... Gracias por cederme el apartamento un tiempo. 
* No sé que decir. Me siento un poco avergonzada con mi conducta y pienso que tendré que ir al Otro lado a hablar con Amalya y con la Virgen escribana y explicarles mi comportamiento y mi situacion.*

Rehv: *Con un gesto acepto la reverencia de la elegida, lo más sensato sería decirla en que problemas podría meterme con Wrath el darla alojo. Pero, no es falta de sensatez lo que me impide decírselo, sino el que conozco demasiado bien la sensación de desamparo que te empuja huir... Sería un hipócrita si ahora la hiciera sentir peor advirtiéndola de algo, que, de seguro, ya es consciente. Así que me limito a sonreír, y decirla* Buenas noches, elegida, acompáñame. Te mostrare tu nuevo apartamento.

Layla: * Asiento con un gesto de cabeza y le sigo al interior del apartamento, quedándome embobada por lo bonito que es.* 
Sire Rehvenge...es precioso... 
* Dejo mi maleta en el suelo y curiosa miro por todas partes.*
 Entonces.... ¿me puedo quedar? Por supuesto le pagaré Sire Rehvenge. No quisiera aprovecharme de su amabilidad. *Pensando en que no se como voy a pagarle, si no tengo ni trabajo ni dinero.*

Rehv: *sonrío*No hace falta que me pagues, tengo mis motivos para ayudarte... Además, si yo te diera trabajo, créeme que, de enterarse el rey, el que yo te haya dado alojo seria el menor de mis problemas. Así que, avanti, signorina, que el sol nos va a acabar por sorprender.

Layla: *Sonrío y miro mi nueva casa. La vista es increíble desde la ventana y miro hacia abajo, sintiendo el vértigo de encontrarme 25 pisos por encima del suelo.*
Muchas gracias, sire Rehvenge. En cuanto pueda traer a Ayhala aquí será fantástico. 
*Al pensar en mi hija, me inunda la tristeza y suelto un suspiro exagerado.*
Aunque quizás, ella este mejor en la mansión...

Rehv:  *puedo percibir la tristeza de la elegida, y eso me recuerda que he de inyectarme lo antes posible pues los efectos de la dopamina se están agotando, así que antes de que la tristeza de Layla sea una tentación* Me alegra que te guste. Si necesitas algo más, llámame ¿Ok? *me despido con un gesto de cabeza, esforzándome por ignorar mi parte sympath y la tristeza de la elegida que la esta llamando*

Layla: *Asiento y tras hacerle una reverencia, él se marcha y yo...

CONTINUA AQUI.....Sangre, sudor y lágrimas

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